Paralización total en las oficinas de grandes multinacionales en España y medio mundo: la empresa de alimentación Mondelez (matriz de empresas como Cadbury y Nabisco y dueña de marcas como Oreo, Chips Ahoy, TUC) y el bufete DLA Piper, una de las mayores firmas legales de todo el mundo, han sufrido esta mañana un ataque de 'ransomware' similar al ocurrido con Wannacry hace apenas un mes. Y no son las únicas. Otras multinancionales, como la danesa Maersk, gigante del sector transporte y logística, o la farmacéutica estadounidense Merck, se están viendo afectadas a nivel mundial. Todo apunta a un ataque global y a un nuevo 'ransomware' llamado Petya que está afectando a Ucrania, India, España, Rusia y Reino Unido, entre otros países.

Especialistas en ciberseguridad apuntan a que el 'ransomware' se está extendiendo de forma muy rápida y virulenta por varios países y entre cientos de grandes empresas. Ucrania parece ser el que más se está viendo afectado. El Banco Nacional de Ucrania ha advertido a los bancos y otras entidades financieras del exterior que se ha producido un ciberataque de naturaleza desconocida.

Por el momento, toda la información sobre este nuevo ataque apunta a que se trata de una variante del virus Petya, que se ha originado en el este de Europa y que ahora se ha usado para atacar a compañías en Ucrania, Rusia, Francia, Holanda y España en las primeras horas aunque su alcance parece haberse extendido a muchos más países. El caso de Maersk, una de las mayores compañías afectadas, el problema ha sido de tal magnitud que el puerto de Rotterdam, el mayor de Europa, ha tenido que detener todas las operaciones con contenedores.

La alarma arrancó este mediodía, cuando se conocieron los primeros casos de ataques. DLA Piper fue una de las primeras firmas en verse afectadas en España, cuando ante los ordenadores de las oficinas de la firma en Madrid, en el número 35 del Paseo de la Castellana, apareció un mensaje que anunciaba la infección.
La firma ordenó apagar inmediatamente los ordenadores. Ahora mismo, cerca de 100 trabajadores de DLA Piper en España tienen terminantemente prohibido encender sus equipos, enviar emails o hacer cualquier tipo de comunicación que implique usar los sistemas informáticos de la firma.